sábado, 5 de diciembre de 2009

Premio a los premios

Si se come toda la comida se va a ganar un premio, nos decían cuando niños, cuando niños para todo había premios. Los premios parecen ser el único recurso para mencionar socialmente a un artista, acordarse de ellos, saber que existen, que son parte del imaginario onírico de un lugar.

En los últimos dos años el premio municipal de arte no se otorgó por razones muy poco claras y al parecer absurdas. Hace unos días me desayuné con la gran noticia que Gonzalo Rojas fue el flamante ganador de la medalla de honor Claudio Arrau León, que se trata de algo así, como el premio a la trayectoria, más dos mil dólares.

Y Alejandro Witker, autor de “la silla del sol” finalmente le dieron el premio municipal. Rojas hace un mes más o menos fue honrado con el premio bicentenario, que sorpresivamente creo el consejo nacional de la cultura y las artes, región del Bio Bio, ganándole el quien vive a Julio Escámez, un ya casi olvidado muralista que hace un buen rato habita fuera del territorio nacional. Pues bien, era el momento preciso para saber más de quien hizo el mitológico mural de la municipalidad de Chillán en la convulsionada época de la unidad popular, obra que por desgracia fue borrada por los genios de la dictadura.

La pregunta que me hago ¿era necesario darle otro premio a Gonzalo Rojas? es necesario recordarnos a cada instante al autor de “la miseria del hombre”, habiendo tantos Chillanejos reales (Rojas no es un chillanejo real) que si han aportado al desarrollo cultural de la ciudad. Y para qué más Rojas, si ya todos sabemos de él, de lo fundamental que es y será a la literatura universal, y más, cuando anteriormente se le ha entregado reconocimientos como el premio nacional de literatura, el Cervantes, Reina Sofía, el premio Juan Rulfo, etc...

Entonces darle más premios, se puede entender de dos maneras, no hay nadie más para reconocer, o los que entregan estos premios no se instruyen lo suficiente y limitan su decisión a lo que causa mas revuelo mediático, como es el caso del poeta que nació en Lebu, y de quien se redactaran miles de biografías póstumas, en las cuales, muy pocas o ninguna, hablaran de este premio. Lo que declaraba Witker en la portada de este matutino esa mañana, una de las más hermosas para él, era, “no me esperaba este premio”, poco creíble cuando todos los pronósticos lo daban como ganador.

Por: Santiago Bonhomme

1 comentario:

Anónimo dijo...

es verdad esto de los premios es mas natural, cuando se dan por merito y trayectoria como es el caso de Gonzalos Rojas y la Big Band. En el caso del polemico hsitoriador Witker, que con su campaña comunicacional y su propia postulación y pitutos sale dandoselas de que no sabia q lo habian postulado, que no se esperaba esto. jajajaja...hace cuantos años que vive en Chillán?? si cuando yo era pequeño nunca lo escuche.Hay tantos artistas que si merecen este premio y que toda su vida se la han jugado por nuestra comuna.