Esta es una fotografía de nuestra ciudad durante el período de Emergencia, situación en que no deberíamos usar leña como calefacción, ya sea porque así lo indica la autoridad, aunque debería prevalecer la conciencia de cada uno para no usarla.
El aire lo respiramos TODXS, seamos pequeños, adultos, niños. Trabajemos en una tienda, en una oficina, conduciendo o de compras en el centro.
Ese aire que es generado por las plantas, los árboles, que en nuestra ciudad cada vez son menos. Ilógico por decir lo menos.
El tema de la contaminación ambiental no es solo para ambientalistas, ni es un tema de algunos días del invierno.
La autoridad debe generar opciones reales de calefacción, menos contaminantes y que sean de costos alcanzables para la población.
Es importante, necesario y urgente que cada uno asumamos nuestra responsabilidad, ya sea por mal usar calefacción a leña (en horarios que no se autoriza, uso de leña húmeda, no hacer mantención al calefactor,...) o por no comprometer e informar a nuestros vecinos, amigos, colegas de la importancia de actuar positivamente frente a este tema y no esperar que la autoridad tenga que instalar en cada cuadra un fiscalizador, para que multe la contaminación que provocamos y deje en evidencia nuestra irresponsabilidad.
Agradecemos a nuestra amiga María Alarcón (Maru), que nos envió esta fotografía y nos comentó su preocupación con este tema.
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