miércoles, 16 de julio de 2014

Cierra la casa del Poeta Gonzalo Rojas en Chillán


En esta casa de colores encendidos, con forma de un largo tren, el premio Cervantes 2003 recibía a los amigos con un buen almuerzo de carne, vino y longanizas de la zona. Allí también escribía y descansaba de sus viajes por el mundo.   
En 1994 fue su aterrizaje definitivo a Chillán, tras enfermarse su mujer, Hilda May.  
Tras la muerte del Poeta, en abril de 2011, los elogios se multiplicaron, así como las iniciativas por promover su obra y legado. Con ese impulso, en abril de 2013, el gobierno de Sebastián Piñera compró el inmueble, a través del Ministerio de Bienes Nacionales. 
Cuatro meses después, el 20 de agosto, Piñera y su señora, junto al alcalde de Chillán y otras autoridades inauguraron el Centro Cultural Gonzalo Rojas. 
LA CASA HOY ESTÁ CERRADA. La placa metálica que identifica el lugar como parte del legado Bicentenario es parte del adorno de la fachada. En marzo, el municipio, a cargo de la casa, ubicada en calle El Roble 1051, decidió cerrar sus puertas. 
“La administración del gobierno de Piñera sólo contempló la primera etapa del proyecto”, dice Gonzalo Rojas May, hijo del poeta y director de la fundación que lleva el nombre de su padre.
“El recinto estuvo abierto a la comunidad, pero hubo que hacer reparaciones”, dice hoy el alcalde Sergio Zarzar. “Hay que hacer la segunda parte del proyecto. Ahora estamos en una etapa de transición”
“El problema es la burocracia, que es bien compleja”, dice Rojas May, quien es miembro de la Corporación Gonzalo Rojas. Presidida por el alcalde, la corporación fue creada el año pasado para presentar la segunda parte del proyecto de habilitación a Bienes Nacionales.  
“El procedimiento sólo puede iniciarse por solicitud del señor alcalde”, dice Nivia Palma, jefa de la División Jurídica del Ministerio de Bienes Nacionales.
Al parecer, la espera deberá extenderse a lo menos un año. Antes de eso, las puertas del centro cultural permanecerán cerradas. “Debemos esperar la aprobación del proyecto para acogernos a la Ley de Donaciones Culturales, que incentivará la colaboración y los aportes de empresas amigas de la cultura”, explica Inés Ortega-Márquez, desde España, quien estuvo a cargo de la curatoría de la casa, que mantiene el escritorio y algunos muebles de Poeta. 
Recordemos que la biblioteca personal de Gonzalo Rojas, compuesta por 25 mil ejemplares, por decisión de su hijo Gonzalo Rojas May, fue destinada al Campus Casona de Las Condes de la U. Andrés Bello, donde la colección cuenta con un acceso restringido.
Consultado por el tema, el hijo del poeta señala: “Los libros son para ser revisados por especialistas, gente de posgrado. En Chillán, la realidad es precaria, no hay ni una sola librería”. 
“El 2016 se cumple el centenario del nacimiento de mi padre. Quizá ahí podamos abrir definitivamente la casa”, señala Rojas May.   
(Fuente: latercera.com)

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