Está de más entrar en algunos datos ya conocidos de los proyectos de celco en la X, VIII y VI regiones.
Por mi ubicación acá en Chillán, he conocido más de cerca lo relacionado al proyecto Nueva Aldea.
Por diversos medios me ha quedado claro que en Valdivia, en Nueva Aldea y en Constitución, la celco ha presentado como “mejoramiento” de sus procesos la construcción de un emisario submarino que bote sus desechos directamente al mar.
Ahora, además de estos desechos, son generados una serie de otros efectos ( reconocidos en los estudios “oficiales”) que obligan a esta empresa a realizar “compensaciones”.
En el pueblo de Ñipas, cercano a Nueva Aldea, estas compensaciones han considerado un Liceo, una Sala para la Cultura y mejoramiento de caminos. En todas las comunas cercanas los municipios han recibido y siguen recibiendo miles de plantas de viñas de diversas variedades para ser regaladas a los agricultores.
Pero, no es deber del Ministerio de Educación proveer de buenos liceos?
O acaso no debería ser el Ministerio de Agricultura quién apoyara a los campesinos?
Ahí se basa una gran estrategia de las grandes empresas. Ubicarse en sectores con problemas (económicos, culturales, sociales) que ellos puedan “resolver” y así mejorar su imagen. Además, en estos sectores con necesidades como agua potable, electricidad, mejores postas de salud, mejores colegios, es más fácil conseguir apoyo entre la población.
No trato de mirar en menos a los campesinos. De lo que se trata es que sus peticiones de tantos años por fin son escuchadas por alguien, celco, que se presenta como la solución a sus problemas, y obviamente, tienen todo el derecho a recibir esas ayudas.
Pero, esta entrega de celco hacia sus vecinos, continuará cuando sus emisiones aéreas perjudiquen los cultivos de cerezas, de viñas o las huertas? Continuarán los regalos cuando nos inunde nuestro aire con olor a huevo podrido? Seguirá el apoyo de celco cuando veamos otro color en el mar de Cobquecura?
Celco ya realizó un estudio de todos los propietarios ribereños del río Itata para iniciar la compra de terrenos para instalar su ducto. Si usted fuera propietario de uno de esos terrenos, lo vendería por un jugoso cheque o preferiría seguir cultivando uva para venderla a 60 pesos el kilos (o menos)?
Son muchos los factores, depende de que lado miremos el problema, pero lo único claro es que todos queremos aire puro, comida más sana y ríos limpios, pero para lograrlo debemos trabajar unidos, actuar ahora, apoyar a los productores locales, usar menos papel blanco y aprovechar de comer este año cerezas de Quinchamalí, porque después ya no tendrán ese rico sabor.
Publicado por: Richard Pincheira Aedo - Director ChillanActivo
Por mi ubicación acá en Chillán, he conocido más de cerca lo relacionado al proyecto Nueva Aldea.
Por diversos medios me ha quedado claro que en Valdivia, en Nueva Aldea y en Constitución, la celco ha presentado como “mejoramiento” de sus procesos la construcción de un emisario submarino que bote sus desechos directamente al mar.
Ahora, además de estos desechos, son generados una serie de otros efectos ( reconocidos en los estudios “oficiales”) que obligan a esta empresa a realizar “compensaciones”.
En el pueblo de Ñipas, cercano a Nueva Aldea, estas compensaciones han considerado un Liceo, una Sala para la Cultura y mejoramiento de caminos. En todas las comunas cercanas los municipios han recibido y siguen recibiendo miles de plantas de viñas de diversas variedades para ser regaladas a los agricultores.
Pero, no es deber del Ministerio de Educación proveer de buenos liceos?
O acaso no debería ser el Ministerio de Agricultura quién apoyara a los campesinos?
Ahí se basa una gran estrategia de las grandes empresas. Ubicarse en sectores con problemas (económicos, culturales, sociales) que ellos puedan “resolver” y así mejorar su imagen. Además, en estos sectores con necesidades como agua potable, electricidad, mejores postas de salud, mejores colegios, es más fácil conseguir apoyo entre la población.
No trato de mirar en menos a los campesinos. De lo que se trata es que sus peticiones de tantos años por fin son escuchadas por alguien, celco, que se presenta como la solución a sus problemas, y obviamente, tienen todo el derecho a recibir esas ayudas.
Pero, esta entrega de celco hacia sus vecinos, continuará cuando sus emisiones aéreas perjudiquen los cultivos de cerezas, de viñas o las huertas? Continuarán los regalos cuando nos inunde nuestro aire con olor a huevo podrido? Seguirá el apoyo de celco cuando veamos otro color en el mar de Cobquecura?
Celco ya realizó un estudio de todos los propietarios ribereños del río Itata para iniciar la compra de terrenos para instalar su ducto. Si usted fuera propietario de uno de esos terrenos, lo vendería por un jugoso cheque o preferiría seguir cultivando uva para venderla a 60 pesos el kilos (o menos)?
Son muchos los factores, depende de que lado miremos el problema, pero lo único claro es que todos queremos aire puro, comida más sana y ríos limpios, pero para lograrlo debemos trabajar unidos, actuar ahora, apoyar a los productores locales, usar menos papel blanco y aprovechar de comer este año cerezas de Quinchamalí, porque después ya no tendrán ese rico sabor.
Publicado por: Richard Pincheira Aedo - Director ChillanActivo
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