Frente al aparente inmovilismo de las autoridades y seguramente, iniciando una pugna con intereses comerciales y políticos de fuste, regantes locales recurrieron a la justicia para tratar de que se bloquee el proyecto de construcción de la central hidroeléctrica Trupán, tal como ha sido presentado.
El próximo 1º de agosto, se debería proceder a las notificaciones para que los demandados muestren los derechos de aprovechamiento de aguas que tienen en el canal Zañartu, que serán ocupadas en la central, iniciando un juicio que puede ser de larga data.
La Junta de Vigilancia del río Diguillín, postula que para abastecer a la hidroeléctrica serían ocupadas alrededor de 38 metros cúbico por segundo de un total de 45 metros cúbicos que el canal Zañartu dice poseer.
Sin embargo, como señala el presidente de la Junta del río Diguilín Juan Carlos Villagra de la Sota, los derechos están caducos y la entidad podría solamente justificar el uso de unos 18 metros cúbicos por segundo.
Manifestó que han hecho evaluaciones y la infraestructura de riego existente no permite utilizar más allá de esa cantidad. Francisco Saldías, juez de Aguas de la entidad, agrega que “estamos iniciando acciones judiciales para que tribunales puedan limitar y reconocer los derechos de aguas al canal Zañartu, que históricamente ha tenido y de esa forma no vaya a perjudicar a ningún regante del canal Zañartu y tampoco con especulaciones ni inscripciones especulativas se vaya a perjudicar a los regantes del Laja y del canal Laja-Diguillín”.
Consultamos ayer al senador Hossain Sabag, quien sería junto a su hijo Patricio Sabag uno de los que lideran la construcción de la central, quien manifestó que los derechos del canal Zañartu están en regla desde hace unos cien años.
Sin embargo, Villagra de la Sota, manifestó que fruto de las acciones judiciales “las inscripciones que menciona Sabag no están tan reconocidas pues están con precautoria judicial y el 1º de agosto estarían saliendo las notificaciones legales para que los mismos demandados muestren sus derechos y los justifiquen”.
Villagra, indica que “no nos oponemos al proyecto hidroeléctrico Trupán, lo que planteamos es que el canal Zañartu pueda hacer uso de las aguas que históricamente ha usado y, eventualmente, para generación eléctrica podrían pedir derechos eventuales durante el invierno o de abundancia. Pero con escasez, pedimos que se respeten los derechos que se mantienen y perfectamente pueden construir la central usando lo que tienen”.
Los dirigentes, sostienen que el proyecto de construcción tal como esta concebido, pone en serio riesgo el abastecimiento para el canal Laja-Diguillín. Los regantes locales señalan que se debe asegurar que el canal Laja, en el cual han sido invertidos unos 180 millones de dólares, asegure un cauce de 40 metros cúbicos por segundo.
Fuente: Diario La Discusión de Chillán, Martes 29 de julio de 2008.
El próximo 1º de agosto, se debería proceder a las notificaciones para que los demandados muestren los derechos de aprovechamiento de aguas que tienen en el canal Zañartu, que serán ocupadas en la central, iniciando un juicio que puede ser de larga data.
La Junta de Vigilancia del río Diguillín, postula que para abastecer a la hidroeléctrica serían ocupadas alrededor de 38 metros cúbico por segundo de un total de 45 metros cúbicos que el canal Zañartu dice poseer.
Sin embargo, como señala el presidente de la Junta del río Diguilín Juan Carlos Villagra de la Sota, los derechos están caducos y la entidad podría solamente justificar el uso de unos 18 metros cúbicos por segundo.
Manifestó que han hecho evaluaciones y la infraestructura de riego existente no permite utilizar más allá de esa cantidad. Francisco Saldías, juez de Aguas de la entidad, agrega que “estamos iniciando acciones judiciales para que tribunales puedan limitar y reconocer los derechos de aguas al canal Zañartu, que históricamente ha tenido y de esa forma no vaya a perjudicar a ningún regante del canal Zañartu y tampoco con especulaciones ni inscripciones especulativas se vaya a perjudicar a los regantes del Laja y del canal Laja-Diguillín”.
Consultamos ayer al senador Hossain Sabag, quien sería junto a su hijo Patricio Sabag uno de los que lideran la construcción de la central, quien manifestó que los derechos del canal Zañartu están en regla desde hace unos cien años.
Sin embargo, Villagra de la Sota, manifestó que fruto de las acciones judiciales “las inscripciones que menciona Sabag no están tan reconocidas pues están con precautoria judicial y el 1º de agosto estarían saliendo las notificaciones legales para que los mismos demandados muestren sus derechos y los justifiquen”.
Villagra, indica que “no nos oponemos al proyecto hidroeléctrico Trupán, lo que planteamos es que el canal Zañartu pueda hacer uso de las aguas que históricamente ha usado y, eventualmente, para generación eléctrica podrían pedir derechos eventuales durante el invierno o de abundancia. Pero con escasez, pedimos que se respeten los derechos que se mantienen y perfectamente pueden construir la central usando lo que tienen”.
Los dirigentes, sostienen que el proyecto de construcción tal como esta concebido, pone en serio riesgo el abastecimiento para el canal Laja-Diguillín. Los regantes locales señalan que se debe asegurar que el canal Laja, en el cual han sido invertidos unos 180 millones de dólares, asegure un cauce de 40 metros cúbicos por segundo.
Fuente: Diario La Discusión de Chillán, Martes 29 de julio de 2008.
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