En 1973, las autoridades arrasaron con la pintura que él plasmó en dependencias municipales. Radicado en Costa Rica, pretende pintar otro mural como un acto simbólico y, esta vez sí, perpetuo.
Su amistad con el alcalde de la época, Eduardo Contreras, lo hizo tomar una de las decisiones más importantes de su vida: pintar en Chillán un mural que permanecería como testigo silencioso de las “turbulencias” que acosaban a la sociedad a comienzos de la década de los ’70. El lugar escogido fue la Municipalidad de Chillán.
Los trabajos comenzaron en 1970 y se extendieron hasta el 24 de junio de 1972, día en que fue inaugurado con una ceremonia a la que asistió el Presidente Salvador Allende. Juan Cifuentes se desempeñaba en esa fecha como encargado de difusión en la Universidad de Concepción y como tal, encabezó los arreglos para la gran ceremonia. “Fue un acto académico que terminó con un almuerzo en la Peña Violeta Parra”, recuerda quien mantiene desde aquella época una entrañable amistad con el artista.
¿DE QUÉ ARTE ME HABLA? Las autoridades que tomaron posesión de la alcaldía luego del golpe militar de 1973, no vieron con buenos ojos la permanencia del mural de Escámez en aquel lugar de la municipalidad. Por esto, una de las primeras acciones fue borrarlo. Según testigos, los Murales de David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero, también se encontraban dentro de la lista de “obras que debían desaparecer”, pero una efi caz y rápida maniobra del Gobierno mexicano echó por la borda el interés militar. Escámez, en tanto, enterado de lo que había ocurrido en Chillán, decidió emprender viaje hacia Centro América, por temor a posibles represalias en su contra por el retrato que hablaba de la Guerra Fría y sus consecuencias. “Mucha gente se movilizó cuando se supo que las autoridades lo borrarían, entre ellos Iván Contreras que era el presidente de la Asociación de Pintores y Escultores, pero nada se pudo hacer”, recuerda Cifuentes.
Más de 30 años tuvieron que pasar para que el artista retomara su nexo con nuestra ciudad. En septiembre, se montó una muestra con su último trabajo dedicado a Neruda en Chillán y hace algunos meses Julio Escámez evidenció su intención de hacer un mural desde Costa Rica para ser depositado en dependencias de la Municipalidad de Chillán. “Él tiene todo el ánimo de hacerlo y yo me he contactado con él a través de su hermana, Orieta. Julio ha sugerido un nuevo emplazamiento dentro del edifi cio con algunas características especiales: debe tener luz y debe estar a la vista de las personas. Por eso hace algún tiempo se le enviaron algunas fotografías y él escogió el muro que da a la escala del segundo piso, muy cerca de la Sala de Concejo”, afirma Juan Cifuentes. “Nosotros esperamos que las nuevas autoridades logren captar la importancia de esta posibilidad, ya que finalmente Chillán contaría con dos murales de rango internacional, agregando los Murales de Siqueiros y Guerrero. Ahora sólo resta presentar el proyecto y conocer los costos que involucrarían. Lo principal es que al ánimo del artista está”, precisa. Julio Escámez ha dicho que la idea es pintar el nuevo mural en Costa Rica y que se podría enviar dividido en piezas para su colocación final.
El director de Cultura, Carlos Bastías, ratifi có la existencia de las gestiones realizadas hasta este momento por Juan Cifuentes. “Nosotros incorporamos una exposición del pintor dentro de nuestro programa ‘Esperando el Mundial’ y esto alegró al artista. Escámez manifestó su interés a Juan Cifuentes de reponer lo que se había perdido. Por esto el ex alcalde Aldo Bernucci, antes de irse, entregó la información referente a algunos espacios sobre los cuales Julio Escámez está interesado a hacer propuestas”. Carlos Bastías agregó que resta conocer la temática sobre la cual se basaría el nuevo mural, además de convenios y acuerdos pertinentes. “Desde el extranjero él realizaría el trabajo y lo vendría a montar a Chillán. Tenemos que conocer la respuesta definitiva de Escámez para presentarla a la nueva administración municipal. Es un proyecto de tanta envergadura que contará de seguro con fuentes de fi nanciamiento y apoyo”. Se estima que de prosperar las negociaciones, Chillán podría recibir al artista en octubre del próximo año.
2 comentarios:
He leido con gran emoción el artículo sobre Julio Escamez y su posible futuro trabajo para la ciudad de Chillán. Por entonces, en la decada de los 70, yo era apenas una adolecente, estudiante del Liceo de Niñas Marta Brunett. Pasé gran parte de aquel tiempo encaramada en los andamios donde el maestro pintaba su mural, él con sus pinceles y yo haciendo mis tareas y mas de alguna vez, despues de largo tiempo de interés y mutua confianza inclusive le asistí humildemente en algun pequeño tramo de su gigantesca obra. En su compañia fuí introducida a un mundo mágico que por entonces parecería inalcansable para la niña provinciana, curiosa y aprendiz que yo era. El tiempo se hacia corto entre largas conversaciones sobre arte, sus relatos y aventuras por las grandes ciudades y museos del mundo, impregnando de imágenes, pigmentos, colores y lucha de clases mi mente, ayudando a formar a la persona que hoy dia soy. Un dia en una época oscura de regreso a Chillán, despues de haber vivido en Santiago y en carne propia la brutal represión, buscando protección espiritual y una luz de esperanza en medio del miedo, me fuí a visitar el mural y para mi mayor desconsuelo ya no existía mas. Ese año me fuí de Chillán para no regresar. Hoy vivo en Europa, estudié arte y visitado en el mundo cada lugar, cada museo del que mi maestro me habló, trabajo como Restauradora de obras de arte religiosas y tengo un taller en la torre de una catedral del año 1100. Hace unos meses atrás me enviaron de Chilán el número telefónico de Julio Escamez en Costa Rica, aún no le llamé, tal vez ahora lo haga llena de agradecimiento y humildad.
Pelu
Gracias por compartir esos momentos. Yo vivo aca en Chillán y solo vi ese mural por fotografias, pero lo tengo muy presente.
Saludos
Richard
Publicar un comentario