Al recorrer la zona céntrica de la ciudad fue posible sentir una mayor normalidad.
Para algunos servicios como cajeros automáticos habían filas de personas que ordenadamente esperaban su turno.
Los supermercados funcionando normalmente, aunque alimentos que requieren cadena de frío son difíciles de conseguir, lo que es un detalle. Lo principal como pan, alimentos no perecibles, azúcar y otros están disponibles.
La noche anterior el toque de queda permitió una tranquila noche, sin los miedos de noches anteriores a robos o a los reos que aún se mantienen prófugos.
Diferentes organizaciones, instituciones y personas se organizan para recolectar ayuda para diferentes sectores. Entre ellos estudiantes de la Universidad de Concepción, Universidad del Bío Bío, Medios de Comunicación, Scouts y otros.
La tradicional feria de Chillán se veía con bastante variedad de frutas y verduras, lo que permite el abastecimiento de alimentos por parte de la población, a precios normales.
Un gran porcentaje de la ciudad ya cuenta con agua y electricidad, además de internet.
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