lunes, 15 de abril de 2013

Recicladora Latinoamericana gana Premio Nobel Ambiental


En Colombia, sin inmutarse por poderosos adversarios políticos y una cultura generalizada de violencia, Nohra Padilla organizó a los recicladores en sindicatos y convirtió el reciclaje en un componente legítimo de la gestión de los residuos urbanos.

Nohra Padilla, una recicladora de base de la ciudad de Bogotá, Colombia, es una de las seis personas reconocidas con el prestigioso Premio Goldman, conocido como el “Premio Nobel del Medio Ambiente”, que será entregado oficialmente hoy 15 de Abril en una ceremonia a realizarse en el Opera House de San Francisco. Nohra es destacada por su lucha por la dignidad y el reconocimiento al rol de los recicladores en el manejo de los residuos urbanos.

"Soy una recicladora de base, lo que significa que ofrezco un servicio público esencial que permite la recuperación de los materiales reutilizables y reciclables que de otra manera acabarían en los vertederos, rellenos sanitarios o incineradoras”, dice Nohra. "Este es un componente clave de un sistema de Basura cero. A través de nuestra red de cooperativas, los recicladores de base reunen 100 veces más material reciclable que la industria formal del reciclaje en Bogotá".


En marzo, la Asociación de Recicladores de Bogotá - co-fundado y dirigido por Nohra - ganó una victoria histórica en la que la ciudad comenzó a pagar salarios oficiales a los recicladores, casi a la par con lo que pagan a las grandes compañías de reciclaje. El hecho marcó un hito en la lucha de los recicladores por sus derechos. Nohra y la agrupación que dirige, son asimismo referentes para el movimiento de recicladores de América Latina y el mundo, una comunidad que representa el 1% de la población urbana en la región, y reconocidos como los principales agentes del reciclaje y recuperación de los residuos.

Premio reconoce iniciativas de Basura Cero

La agrupación que Nohra Padilla lidera en Bogotá, junto al también ganador Rossano Ercolini, un profesor básico de Toscana, son miembros de GAIA. Este premio es también un reconocimiento al creciente movimiento anti incineración en el mundo, a los recicladores de base y a los objetivos de Basura Cero. Comunidades alrededor del mundo están dando pasos concretos con planes innovadores para reducir sus niveles de disposición de residuos. Iniciativas como éstas, junto con programas comunitarios con participación de recicladores para la reducción de los residuos, han logrado exitosamente desviar millones de toneladas de residuos desde los rellenos sanitarios e incineradores hacia el reciclaje y la reutilización.

Los programas de Basura Cero crean empleos y economías vibrantes y participativas al recuperar recursos valiosos en lugar de enterrarlos o destruirlos en incineradoras.

“El trabajo de Nohra y de Rossano son ejemplos del concepto e Basura Cero en acción y en terreno”,  dice Christie Keith, Coordinadora Internacional de GAIA. “Con su trabajo nos muestran que, en conjunto, reciclaje, transformación de los patrones de consumo, participación ciudadana y de los trabajadores, alternativas a la incineración de residuos y políticas que apoyen estos sistemas pueden transformar y empoderar a las comunidades hacia una causa común: un mundo sin basura”.

Más aun, este movimiento ha contribuido a reducir el uso de energía y el calentamiento global. Un sistema de Basura Cero reduce las emisiones de gas metano desde los rellenos sanitarios así como la demanda por nuevos productos y las emisiones resultantes de la elaboración de los mismos. Así por ejemplo, la deforestación es responsable del 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.  Reduciendo el uso del papel y reciclando papel, menos árboles se deben cortar y se conservan los suelos (y todo el carbono que contienen), reduciendo así en un 10% el total de emisiones de gases de fecto invernadero generados a partir de la industria del papel y la pulpa.

Fotografía: elespectador.com

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