
Entonces, la política, esa “capacidad de decidir sobre los asuntos de la vida en sociedad, de fundar y alterar la legalidad que rige la convivencia humana, de tener a la socialidad de la vida humana como una substancia a la que se le puede dar forma” es una actividad humana que no sólo se basa en la legalidad y en las leyes, también actúa a través de la moral, del discurso, de la ciencia, de la ideología, etc. en palabras de Foucault sería la “gubernamentalidad” que actúa para disponer y ordenar a la sociedad, perdón, la población.
“aquí no se trata de imponer una ley a los hombres, se trata de disponer las cosas, es decir; de utilizar tácticas más que leyes, o, como mucho, de utilizar al máximo leyes como tácticas; hacer de modo que, por ciertos medios, tal o cual fin se pueda alcanzar”. Para ese fin, de mantener en orden el “caos”, se utiliza un conjunto constituido por instituciones, procedimientos, análisis y reflexiones donde a través de cálculos y tácticas permiten ejercer una forma tan específica y compleja de poder; que tiene como meta principal la población y donde la forma primordial de saber es la economía política y como instrumento técnico esencial, los dispositivos de seguridad (¿vemos esto en la actualidad? Creo que sí). Para este poder tan complejo, se ha desarrollado toda una serie de aparatos específicos de gobierno, y por otra, el desarrollo de toda una serie de saberes[1] que nos organizan y alinean.
Ahora bien, pensar en la política tradicional conlleva necesariamente remitirse a la cuestión del Estado, porque si este no existiera como tal todos los análisis políticos de la modernidad estarían hablando de cuentos de hadas, cosa que no es así. “Y es probable que si el Estado existe tal como existe ahora, sea precisamente gracias a esa gubernamentalidad que es a la vez interior y exterior al Estado, puesto que las tácticas de gobierno son las que permiten definir en cada momento lo que le debe y lo que no le debe concernir; lo que es público y lo que es privado, lo que es estatal y lo que no lo es”. Para ello, el Estado ha organizado a la sociedad políticamente, y en la actualidad bajo un sistema neo-capitalista, obligando a cada momento que las relaciones sociales se medien bajo la socialidad del dinero, lo que no se medie bajo el dinero difícilmente hará eco en la actual política.
¿Qué significa que la sociedad sea organizada políticamente? y eso remite básicamente a los canales de flujos, tanto inmateriales como materiales y comunico-burocráticos, que tiene el Estado respecto a sus diferentes tipos de organizaciones sociopolíticas y eso va desde los sindicatos, partidos, federaciones y todo tipo de asociaciones políticamente definidos.
¿Pero puede existir algo más allá que la política tradicional?, o sea, se ha buscado gubernamentalizar (y lo que no se puede gubernamentalizar “no es política”) y para ello se ha puesto un manto de política tradicional ¿qué es realmente lo que queda? ¿Se puede hablar de una política no tradicional? ¿Se puede hablar de una micropolítica? ¿Puede existir una micropolítica bajo el manto de lo ya institucionalizado? O la pregunta sería ¿podemos construir una nueva política si la política que existe en la superficie social es aquella que puede ser gubernamentalizable y a cada momento esa política busca gubernamentalizar?
En teoría si, aunque nuestras prácticas muestren lo contrario, pero puede ser posible por dos hechos uno; porque han hecho creer que la sociedad se basa en el funcionamiento de la institucionalidad, esta institucionalidad ha monopolizado y dispuesto como se le antoje de la política entregando los lineamientos necesarios para la participación pero reducidos a la hora de crear algo nuevo o, pequeños a la hora de pensar y actuar distinto.
Si bien el tipo organización que nos ofrece el Estado y la política tradicional es válida para la consecución de metas, y/u objetivos, y para intervenir en las decisiones de la vida política nacional, por otro lado reduce la creación de nuevas políticas, de micropolíticas y de nuevos cosntructos, o sea, resta la capacidad de creación y de creatividad, esto último sería el segundo hecho, porque la creatividad y la capacidad de creación es inalienable a todo ser humano por tanto es intrínsico a toda sociedad porque si alguna vez falta eso ya no veremos arte, desaparecerá el ingenio y ya no existirá cultura y una sociedad sin cultura es una sociedad muerta, hueca y vacía.
Con todo respeto, ¡A CONSTRUIR y a crear!
Nando Silva.
FUENTE PARA EL AGUA DE LAS CONSULTAS
BOLÍVAR, Echeverría (2006). “Lo político y la política”. En: http://www.ezln.org/n3/ch3echeverria.htlm
FOUCAULT, M. "La «governamentalitá»" ("La «gouvemementalité»"; curso del College de France, año 1977-1978. «Seguridad, territorio y población», 4° lección, 1 de febrero de 1978), Aut-Aut, n° 167-168, septiembre-diciembre de 1978, págs. 12-29. (En: http://www.elseminario.com.ar/biblioteca/
foucault_gubernamentalidad.htm)
VILLEGAS, Fernando y VIVEROS, Gustavo (2005). “Discurso del Desarrollo Indígena: de la Relación saber/poder a la Realización del poder/hacer. En Revista Enfoques Sociológicos, Aportes Juveniles. Número 13, año 4. Concepción, Chile.
[1] Foucault.
VILLEGAS, Fernando y VIVEROS, Gustavo (2005). “Discurso del Desarrollo Indígena: de la Relación saber/poder a la Realización del poder/hacer. En Revista Enfoques Sociológicos, Aportes Juveniles. Número 13, año 4. Concepción, Chile.
[1] Foucault.
Agradezco este aporte de Nando Silva. Entre muchos se hace más.
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