jueves, 24 de enero de 2008

El Circo macabro y los 106 días de secuestro



Patricia Troncoso o como todos sus amigos la conocen, La Chepa, lleva un centenar de días sin ingerir alimentos. En Chillán reina un calor digno de los tiempos, los Pacos se multiplican y los manifestantes salen a la calle a pedir la libertad de la comunera. Mientras políticos y gobierno duermen la siesta en sus salones, espantan las moscas en este circo macabro.

Estoy en las afueras del Hospital Herminda Martín de Chillán agazapado en las afueras de una de las carpas, Mishki Navarrete Quilaqueo abre un pequeño mensaje escrito por La Chepa para ella, las dos se conocen desde hace tiempo. Las dos han estado vinculadas al movimiento mapuche que lucha por la reivindicación de sus tierras, el respeto por los suyos y su cultura. "Pero todo es puro atropello y grandes mentiras", expresa mientras le seguimos el paso a los nocturnos peatones en la calle. Le pregunto por el estado en que se encuentra Patricia, ¿qué es lo último que han sabido de ella? Me dice que está mal, con hematomas en todo su cuerpo, y la mayor parte del tiempo impedida de efectuar movimientos. "Hay gendarmes que comen con burla frente a ella" menciona con asco, pero aún hay mucha información médica que no han podido recibir ya que "los comunicados públicos los entrega Gendarmería, cuando tendría que hacerlos el Hospital y además se le ha prohibido la entrada a los médicos personales", dice la vocera de la Red de apoyo de organizaciones sociales y políticas de Chillán. Una instancia que reúne a una diversa gama de expresiones políticas de la ciudad, desde familias mapuches y sus hijos, hasta ex presos políticos bajo dictadura. La fuerza y tenacidad de esta mujer reúne a mucha gente y hace brotar solidaridad entre los que la apoyan en las afueras.

Imputados por ser mapuches

El día Miércoles 23 se llevó a cabo una pacífica marcha en Chillán donde asistieron unas 50 personas aproximadamente, entre ellos comuneros que vinieron desde la Araucanía a apoyar, además de María Ancamilla, Machi de los mapuches. Todos con sus pancartas y gritos de apoyo, algunos con una casaca de nylon amarillo que dice "IMPUTADO POR SER MAPUCHE", tal vez podríamos agregarle el adjetivo de "joven", "disidente" y cuantos otras actitudes más que parecen estar prohibidas en este país de ranas obedientes.

Durante el año en esta ciudad no es mucho el movimiento que se forma en torno a estas causas y la atención se centra de muchas maneras sobre los activistas, algunos se sienten insultados o atropellados en su cotidiano vivir, otros apoyan con lo que sea. "Es increíble - menciona Mishki - pero hemos sentido mucho la solidaridad de los habitantes de Chillán, estamos muy contentos por eso, mucha gente nos viene a dejar comida o nos pregunta qué nos falta".

"Nosotros estamos con la Chepa desde que llego al aeropuerto acá, y desde que se inició la huelga de hambre siempre convocábamos a mitings callejeros o protestas" señala Mishki Quilaqueo. ¿En qué condiciones llegó la Chepa a Chillán y por qué crees que la han traído hasta acá?, le pregunto mientras ella dá de caladas a un pucho. "Bueno, ella se encontraba muy mal, de hecho en el Hospital de Temuco, su Director ordenó sacarla de ahí pues existía el peligro de contagio por un virus intra-hospitalario" cuenta la vocera y amiga de Patricia Troncoso. En ese momento todos esperaban que se le trasladara a Santiago donde existen mejores condiciones sanitarias para que sea atendida, pero a Gendarmería y al gobierno, que manipula todos estos actos, poco le importa el bienestar de la comunera. La trajeron a Chillán, según un comunicado de Gendarmería leído el mismo 16 de enero en la noche, con la excusa de que así lo pidieron sus familiares, "cuando, si tú le preguntas, todos ellos niegan haber pedido semejante cosa, ni siquiera sabían lo que estaba sucediendo, yo les avisé por telefono y no sabían nada, ellos querían que fuese a Santiago, donde estaría mejor cuidada" cuenta Mishki.

Hay una percepción generalizada al momento de explicar las verdaderas intenciones de su traslado a Chillán, todo se trata de una estrategia para lograr desmotivar a Patricia Troncoso logrando que sus familiares pudieran convencerla que desista de continuar la huelga y así bajar la tensión a todo el movimiento, pero a pesar de existir preocupación sus familiares sólo piden que sea trasladada a la capital. La Chepa se encuentra actualmente en la sala 4 de la "Unidad de Pensionados, ya que la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), que es donde debería permanecer, está en remodelación; allí está sin un aparato de respiración artificial; el Hospital no cuenta con algunos médicos especialistas (por ejemplo, un nefrólogo o un inmunólogo), ya que se encuentran de vacaciones; el suero que le suministran se debe mandar a buscar a Santiago", es lo que se desprende de un comunicado. Es decir todo se cuaja para hacer parecer esto el más macabro de los circos, con gendarmes y oscuras maquinaciones tras las carpas. Y en la TV y los diarios… farandulandia.

Números grotescos

Patricia Troncoso ha especificado la lucha por la reivindicación del pueblo mapuche en tres puntos esenciales que son las demandas de su Huelga de hambre: Libertad a los Presos políticos mapuches, no a la Ley Antiterrorista y desmilitarización del territorio Mapuche. Estas tres demandas son las más urgentes debido al ultraje continuo del cual está siendo victima el pueblo mapuche. Para nadie es un misterio que el Gobierno de Michelle Bachelet junto al Ministerio del Interior han concretado una suerte de acto grotesco y cínico al utilizar en toda su expresión una Ley antiterrorista elaborada en tiempos de dictadura, tiempos que según ellos quedaron en el pasado. En la actualidad vivimos en un estado de derecho ficticio peor que si se diera rienda suelta a un filme político de horror, con una mujer cuya lucha no es comprendida aparte de ignorada, maniatada y maltratada.

Todo un ataque continuo de imágenes y espejos mediáticos que han deformado la justa lucha que libran los pueblos por simplemente SER. Es claro en este sentido el comportamiento de los medios de comunicación que le siguen el juego al gobierno elaborando toda una parafernalia de violencia. Los mapuches son continuamente blanco de la sospecha, hoy mismo en el Diario La Discusión se ha elaborado una nota cuyo único fin es formar un estigma a la disidencia agregando más tensión a punta de fuentes fantasmas, anónimas, un ejemplo de periodismo decimonónico engranado completamente al poder, sin ningún ápice de comprensión de la situación o cuestionamiento.

Es por esto que la actitud es la de cuestionar constantemente el poder sobre todo en el terreno de las representaciones que se pretenden elaborar, con la imagen de un mapuche flojo, violento e irracional. Este país no permite rupturas, quiere ser un todo homogéneo, blanco, casi prusiano, todos buscan sus parientes perdidos en Europa. Pero la conjunción de distintas culturas y pueblos es indiscutible y negarla para luego utilizarla a su antojo geopolítico es una estupidez que nos deja en ridículo ante el mundo.

La Chepa luego de 106 días de huelga de hambre, de violencia sistemática aplicada contra ella, aun mantiene la lucidez, una lucidez al cobijo de una causa clara. Las bestias pretenden devorarla, la hacen vivir una agonía perpetua, ella les responde mediante este comunicado . "Debemos recordarles acaso a quienes luchan por la democracia sus actuaciones o proceder en contra de la tiranía de Pinochet, porque Pinochet para nosotros no se ha terminado, lo seguimos sintiendo en los caminos de los campos, en los allanamientos, en las persecuciones, encarcelamiento, torturas y muerte".

¿Qué tipo de lucha hace mantener tanta fuerza en una mujer, tanta claridad para denunciar los grotescos numeritos del cual el gobierno es el principal autor?

A desafiar este horrendo circo, es hora de parir la discrepancia desde todos los puntos de vista posibles, aliarse, denunciar la infamia y la impostura que tienen secuestrada la libertad.


Texto preparado por Danilo Vega Macaya, Periodista (fono 84551535)
Fotografías: Richard Pincheira Aedo, ChillanActivo (Marcha del 23 de enero de 2008 en Chillán).

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