miércoles, 15 de julio de 2009

El Costo (emocional) de demoler el Teatro Municipal de Chillán

Esta semana se ha anunciado la constitución de una mesa de trabajo entre la Intendencia Regional, el Municipio de Chillán, el Ministerio de Obras Públicas y el Consejo Nacional de la Cultura , los cuales debatirán y resolverán finalmente el destino de este emblemático edificio. Llama la atención que en esta mesa de trabajo no exista representación de la sociedad civil ni tampoco del sector cultural de la ciudad.

Sin embargo hoy día la discusión se ha centrado más bien en si es viable echar abajo o no un antiguo edificio que data de la década del 40. Fuera de la temática más bien técnica que reviste esto creo que la discusión de fondo debiera ser cuál es el espacio cultural que Chillán se merece. ¿queremos un lugar para desarrollar el talento que existe? ¿queremos un espacio que reciba grandes producciones escénicas?, ¿queremos un punto de encuentro que reúna lo mejor de las creaciones locales, nacionales e internacionales en diferentes espacios polivalentes? ¿cómo este espacio va a aportar al futuro modelo de negocios que permitan que lo hagan sustentable en el tiempo? . Todas estas preguntas las debiera resolver un acabado estudio de audiencias, que no sabemos si se realizará , y el cual nos permita acercarnos lo más posible al verdadero centro cultural que requieren los Chillanejos. Sería bueno que dejáramos de hablar del “teatro” como un lugar exclusivamente destinado a las artes escénicas, lo que hoy requiere Chillán es otra cosa, un gran Centro para las Artes que tenga por supuesto un teatro en su interior, pero que también tenga espacios para la formación y capacitación, espacios para implementar archivos y mediatecas que permitan ir conservando lo nuestro ,y lugares de esparcimiento público y de ocio que inviten a este gran edificio a mezclarse con las audiencias para que lo hagan suyo.

Me gustaría que esta mesa de trabajo pudiera conocer lo que ocurrió con dos emblemáticos casos de infraestructura cultural a nivel nacional , me refiero a la creación del Centro Cultural Gabriela Mistral en el siniestrado edificio Diego Portales (que será entregado como obra Bicentenario en 2010) y a la instalación del Centro Cultural de Valparaíso en la antigua cárcel , emplazada en plena ciudad patrimonial. En ambos casos la decisión no fue fácil , y tuvieron que pasar grandes obstáculos , muchos optaron por soluciones “parches” y los gustos personales de algunos sectores casi se impusieron sobre el bien común, que era entregar espacios culturales de calidad y con proyección nacional e internacional. De ambas situaciones se pueden sacar importantes lecciones que permitan tomar la mejor decisión para Chillán. Recordemos entonces que sin espacios realmente acondicionados no podremos desarrollar nuevas audiencias para la cultura.

Hoy tenemos un Estadio Municipal que es un lujo, y que dado a su diseño y comodidad permitirá aportar al desarrollo deportivo de la ciudad, entonces creo necesario e importante dar un salto cualitativo y cuantitativo en materia de infraestructura cultural y de una vez por todas jugársela por un nuevo espacio que sea único, con una arquitectura internacional sustentable y “verde” , y que sea capaz de entregarnos eso que tanto anhelamos y queremos; el inicio del verdadero desarrollo cultural para Chillán.

Por Cristian Venegas . Gestor Cultural / Productor Audiovisual

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y el costo emocional es....?¿?¿?

Anónimo dijo...

mmm..lo nuevo no tiene porqué dejar atrás el pasado...ambas cosas conjugan perfectamente e la arquitectura..no se trat de elegir entre lo uno o lo otro.